Lourmarin

A diferencia de los pueblos de la zona, este pueblo no está encaramado a una roca, sino que se encuentra al pie de la Combe de Lourmarin. Con sus tres campanarios y su discreto encanto, sabe seducir a los visitantes con sus características callejuelas, sus cafés, sus mesones que ofrecen cocina típica y su animado mercado de los viernes por la mañana.

Sugerencia

• En la Ferme de Gerbaud se organizan visitas guiadas sobre hierbas aromáticas como la lavanda y el romero y su uso cotidiano en farmacia, cocina y leyendas, mientras que los jueves por la noche, el propietario de la granja prepara cenas a base de hierbas.
• No hay que perderse la visita al castillo, realmente bello por su mobiliario y sus soluciones arquitectónicas, como una prodigiosa escalera de caracol de 93 peldaños hecha de una sola pieza.