Para protegerse de las tropas bárbaras que atacaban los pueblos en el siglo V d.C., muchos pueblos provenzales se instalaron en los puntos más altos, refugiándose en las rocas como en Gordes o en las colinas como en Oppède. Estos nidos de águila se han convertido en los pueblos encaramados más bellos de la Provenza.
Olvidada durante años por el turismo, Gordes vuelve a estar de actualidad gracias a una película rodada en su plaza principal, Un buen año, con Russel Crowe.
Las rocas blancas que forman las casas hacen que el pueblo esté sujeto a cambios interminables, dictados por la luz cambiante a distintas horas del día, y su ubicación aislada y encaramada lo hace único e inimitable.
Encaramado en una colina a 340 metros sobre el nivel del mar, Gordes es uno de los pueblos con más encanto de la Provenza: aquí todo es para ver, admirar o fotografiar. En primer lugar, no te pierdas la vista del pueblo en lo alto de la colina, llegando en coche: Mirador de Gordes1 ofrece una panorámica de postal.
Una vez dentro del pueblo, tómate tu tiempo para pasear sin prisas por sus pequeñas y sinuosas calles empedradas y detente en varios miradores para admirar el Parque del Luberon. Mientras caminas, descubrirás antiguas fachadas con sus bóvedas y arcos, relojes de sol y viejas casas de piedra adornadas con vegetación trepadora.
Si planeas visitar Gordes, es imposible no quedar fascinado por el imponente castillo-fortaleza, que domina orgulloso el pueblo. El castillo feudal, que data del siglo X, fue remodelado durante el Renacimiento para hacerlo más “acogedor”.
Esta plaza se hizo famosa por ser el escenario de algunas escenas de la película Un año muy bueno, con Russell Crowe. A la sombra de los plátanos sombreados, siéntate junto a la fuente burbujeante y saborea el ambiente único de los pueblos provenzales.
En esta encantadora placita, todos los martes de 8 a 13 h se celebra un colorido mercado: un derroche de sabores, fragancias y productos exquisitamente provenzales, que puedes descubrir curioseando entre los puestos de los productores locales.
En Provenza, una calade es un camino en pendiente hecho de piedras o guijarros. La etimología de la palabra no está clara. Probablemente procede del occitano calade , que significa “la piedra silenciosa”. Estos caminos se construyen en los pueblos en pendiente para permitir el flujo del agua de lluvia, y están hechos de adoquines o piedras.
Son las callejuelas estrechas e inclinadas más encantadoras, situadas normalmente en las murallas y en las partes exteriores de los pueblos. Gordes no es una excepción, e ir a descubrir estos rincones escondidos significa admirar las vistas más pintorescas del pueblo.
Las Bodegas y Jardines del Palacio Saint Firmin son un lugar semitroglodita, artificial, excavado en la roca, prueba de las actividades artesanales del pueblo en la Edad Media.
Los pueblos como Gordes son un verdadero desafío a la naturaleza: de hecho, para compensar la falta de superficie transitable, a lo largo de los siglos ha surgido vida subterránea. Mientras la gente vivía en la superficie, la industria y la artesanía se desarrollaban bajo tierra. En Gordes existe una gigantesca red subterránea, a menudo más impresionante que las casas construidas en la superficie. Este laberinto fue inaccesible durante años, pero tras más de cuarenta años de trabajos de conservación y seguridad, los turistas pueden descubrir ahora parte de este mundo subterráneo.
La visita guiada conduce al corazón de la historia del pueblo, a través de hallazgos arqueológicos que se remontan a la Edad Media, molinos de aceite, silos, cubas, mostrando las actividades artesanales que se practicaban en la época, en una atmósfera a la vez misteriosa y fascinante.
Situado en el corazón del pueblo, su historia sigue envuelta en el misterio. Algunos dicen que fue sede de una cofradía secreta. Los archivos sólo la mencionan a partir del siglo XVII, lo que le confiere un aura de misterio.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
A unos cuarenta kilómetros de Aviñón, Gordes está encaramada a su roca, desde donde domina con orgullo el valle del Calavon. Esta pequeña joya provenzal encierra una arquitectura, un patrimonio y una cultura excepcionales, que hay que descubrir sin prisas.
Por eso recomendamos dormir en Gordes, para admirar este pueblecito en todo su encanto, al atardecer y al anochecer, cuando la mayoría de los turistas ya se habrán dirigido a ciudades más grandes.
Al ser un pueblo pequeño y muy famoso, no tiene una gran oferta de hoteles y alojamientos, que además son muy caros. Por eso te aconsejamos que reserves con mucha antelación, sobre todo en los meses de verano.
La forma más cómoda de llegar a Gordes es en coche. Desde Aviñón, se tarda unos 50 minutos, siguiendo la carretera D900 o siguiendo la autopista A7 (peaje) y continuando por la D15.
Para los que viajen en avión, el aeropuerto de Marsella es el más cercano, a 75 km. Desde allí puedes llegar a Cavaillon o Avignon en autobús o tren. Desde estas ciudades, puedes coger una línea de autobús local hasta Gordes.
¿Qué tiempo hace en Gordes? A continuación se muestran las temperaturas y el pronóstico del tiempo en Gordes para los próximos días.
Gordes está situada en el corazón de la región de Provenza Alpes Costa Azul, en el departamento de Vaucluse, a sólo 40 kilómetros de Aviñón.