Èze, Mónaco y Montecarlo: tour de medio día desde Niza
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Niza puede considerarse la capital de la Costa Azul, una ciudad siempre en movimiento, siempre de fiesta, que te sorprenderá con sus clubes de moda, sus pintorescos bistrós y sus concurridos restaurantes.
Niza siempre ha destacado por su ambiente festivo, su panorama artístico y su multiculturalismo, valores que siempre han sustentado su historia milenaria. A pesar del trágico atentado de Niza en 2018, la ciudad ha vuelto a brillar más que antes, manteniéndose fiel a su vocación multiétnica.
La ciudad está llena de gente en cualquier época del año: puede que sea el encanto retro del casco antiguo, la elegante arquitectura de la belle époque, la lánguida vida en torno al puerto, los numerosos museos de arte o los maravillosos paseos junto al mar, pero Niza es una ciudad para descubrir en cualquier estación.
La ciudad de Niza cuenta con numerosas atracciones, museos, iglesias y galerías que visitar. Si piensas quedarte unos días, puedes plantearte adquirir el Pase de la Costa Azul: se trata de una tarjeta de 24, 48 ó 72 horas que permite la entrada gratuita a los principales lugares y actividades turísticas, no sólo de Niza sino también de la Costa Azul.
El casco antiguo es una encantadora postal perfecta, un laberinto de callejuelas de colores pastel repletas de pequeñas tiendas y vendedores. El parecido con Génova es asombroso e inmediatamente te sentirás como en casa.
Tendrás la sensación de retroceder en el tiempo hasta el siglo XVIII: los antiguos palacios e iglesias barrocas como la catedral de Santa Reparata, el antiguo gueto judío de la calle Bénoit Bunico, el palacio de la prefectura, residencia de los príncipes de Saboya, y Cours Saleya, una de las plazas más animadas y coloridas de Niza.
En el corazón del casco antiguo, las tiendas rebosan de productos típicos y los numerosos mercados te encantarán con sus apetecibles aromas de aceitunas, pan fragante y vendedores de esencias.
¿Nuestro consejo? Déjate guiar por las miradas y “piérdete” en el laberinto de callejuelas para descubrir los numerosos rincones que fotografiar.
La Promenade des Anglais es el paseo marítimo más famoso de la Costa Azul, un magnífico paseo frente al mar rodeado de un bello entorno urbano, lleno de bellos edificios de época, soportales y placitas con vistas a la bahía.
Sus siete kilómetros son el destino favorito de corredores y rollers, que vienen en busca de un lugar de paz y serenidad para mantenerse en forma. Pero, sobre todo, es un lugar predilecto para los habitantes de Niza y los turistas, que lo recorren para disfrutar del magnífico panorama, sentarse bajo las pérgolas y admirar la extensión del mar azul.
Además, aquí se celebran varios acontecimientos internacionales: desde el carnaval de Niza, mundialmente famoso por su Batalla de las Flores, hasta el maratón Niza-Cannes y la carrera ciclista París-Niza.
No olvides admirar el Paseo de los Ingleses al atardecer, cuando se ilumina con hermosas puestas de sol.
Rodeada de bellos edificios porticados de colores pastel, la plaza Massena es uno de los puntos neurálgicos de Niza. En el centro de la plaza está la estatua de Apolo en la Fuente del Sol, que se refleja en el característico pavimento a cuadros.
Aquí encontrarás la mayor concentración de tiendas para ir de compras, así como numerosos cafés y restaurantes bajo los soportales, ideales para una pausa relajante. Por la noche, la plaza se ilumina para crear un ambiente mágico, gracias en parte a una reciente instalación titulada“Conversación en Niza“: estatuas de Jaume Plensa, que representan los continentes iluminados con vivos colores.
Desde la plaza parte el Paseo del Paillon, un inmenso parque de 12 hectáreas que comienza en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo y termina en el Paseo de los Ingleses. El jardín se ha convertido en un lugar de encuentro para las familias y los ciudadanos de Niza gracias a la presencia de juegos, espacios dedicados a la cultura y el arte, además de ser escenario de numerosos actos.
El Museo Matisse, uno de los más visitados de la ciudad, está situado en el barrio de Cimiez, en el interior de la Ville des Arènes, un magnífico edificio residencial de la segunda mitad del siglo XVII.
El célebre exponente del fauvismo se trasladó a Niza en 1917 por problemas de salud, pero quedó encantado con los colores, las vistas y, sobre todo, la luz de la Costa Azul, que se convirtió en una fuente inagotable de inspiración para él, así como en su residencia definitiva hasta su muerte en 1954.
El museo dedicado a Matisse ha creado un recorrido que sigue su evolución artística a través de más de 236 dibujos y unas 70 esculturas, junto con fotografías y objetos significativos que pertenecieron al artista. Un recorrido por la vida de Matisse que abarca toda su producción artística y sus influencias culturales.
El Museo Marc Chagall es, con mucho, la joya de la corona de la escena cultural de Niza: es la mayor colección de obras dedicadas al artista bielorruso.
De hecho, es un museo monotemático, fuertemente deseado por Chagall, para reunir en un solo lugar todas las obras centradas en la Biblia, 17 lienzos que componen el Mensaje Bíblico, así como 400 pinturas, dibujos, bocetos, obras al pastel y al temple. Se trata de una colección inmensa y exhaustiva de la vocación artística de Chagall y de su turbulenta vida dividida entre Estados Unidos, Europa y Palestina.
El Museo Arqueológico de Niza está situado en el barrio de Cimiez y narra el esplendor y el desarrollo económico y cultural de la antigua Cemenelum, capital romana de los Alpes Marítimos fundada por Augusto en el año 14 a.C.
El museo cuenta con una amplia y fabulosa colección de herramientas, joyas, ajuares funerarios y objetos cotidianos de la época romana. Además de visitar el museo, podrás admirar el anfiteatro y las termas romanas, las arenas y las calles adoquinadas, maravillosos vestigios del Imperio Romano.
El casco antiguo de Niza guarda joyas ocultas, palacios históricos de increíble belleza. El más prestigioso es sin duda el Palacio Lascaris, un maravilloso ejemplo de arquitectura civil barroca.
Tras una profunda restauración en los años 70, hoy alberga el Museo de Arte y Música de los siglos XVII y XVIII, además de estar incluido en la prestigiosa lista de museos y monumentos históricos de Francia. Sus suntuosas salas te harán viajar en el tiempo a la antigua Niza aristocrática.
Niza floreció sobre todo durante la Belle Epoque, cuando artistas, nobles e intelectuales se refugiaron en este rincón de la Costa Azul para holgazanear, crear, pintar o simplemente disfrutar de las vistas de esta maravillosa ciudad. La Promenade des Anglais es el lugar simbólico de esta época dorada: es una sucesión de hoteles de lujo, elegantes villas y refinadas boutiques.
Villa Massena, construida entre 1898 y 1901 por el arquitecto danés Hans Georg Tersling, refleja toda la opulencia de la nobleza vinculada a Napoleón. Hoy, tras un largo proceso de restauración, puede visitarse, junto con sus magníficos jardines, diseñados por el paisajista Edouard Andrè.
Esta curiosa y colorida iglesia, al estilo de la catedral de San Basilio de Moscú, se construyó en 1912 para los numerosos nobles rusos que escapaban de los duros inviernos rusos para invernar en las suaves temperaturas de la Riviera francesa.
Hoy es uno de los monumentos más visitados de la ciudad, además de ser la mayor iglesia ortodoxa de Europa fuera de las fronteras de Rusia. Si su interior es especialmente interesante de visitar, los colores y formas de la fachada y las torres impresionan a los turistas por su originalidad.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo
Niza no es sólo una ciudad para visitar, sino sobre todo una ciudad para vivir: curiosea en sus tiendas, prueba las especialidades de la cocina local, pasea por sus callejuelas y tómate relajantes descansos en sus maravillosos cafés.
Es el mayor carnaval de Francia, así como uno de los más famosos y antiguos de Europa. De hecho, desde 1873, en febrero y durante quince días, la ciudad cobra vida con el Carnaval de Niza: una gigantesca fiesta callejera con enormes y coloridas carrozas, disfraces relucientes, un desfile amenizado por más de 60 bailarines, acróbatas y artistas de circo.
Durante el desfile, tiene lugar la bataille de fleurs, la batalla de las flores, durante la cual se lanzan cientos de capullos frescos desde lo alto de las carrozas, seguida de la quema simbólica del rey del carnaval y de los espectaculares fuegos artificiales que cierran las fiestas.
No te pierdas este ambiente de alegría que atrae a miles de personas de todo el mundo.
Para disfrutar de la mejor vista de Niza, sube a la colina del Castillo , desde donde podrás contemplar toda la ciudad y el largo Paseo de los Ingleses.
Tanto si decides afrontar el largo tramo de escaleras como si decides subir en ascensor, una vez arriba quedarás encantado con el color del mar y las vistas. Te espera un hermoso parque natural, un laberinto de senderos rodeados de vegetación con paseos panorámicos sobre las distintas partes de la ciudad, una cascada escénica y zonas acondicionadas para familias: el lugar ideal para escapar del caótico ruido de Niza y admirar hermosas puestas de sol.
Otro mirador excepcional es la cima del Monte Boro, un denso bosque mediterráneo a las afueras del centro y accesible en el autobús n°14.
Desde el Fuerte del Monte Boron, una de las principales guarniciones defensivas de la ciudad, podrás abarcar toda Niza de un vistazo y la Bahía de los Ángeles y la Bahía de Villefranche de otro.
En el corazón del casco antiguo, Cours Sale ya es donde encontrarás los mejores mercados de Niza. No te pierdas el Marché aux Fleurs, un auténtico derroche de colores vivos y aromas embriagadores: tiene lugar todos los días de 06.30 a 17.30, excepto los lunes y festivos. ¡Prepara la cámara!
También en la misma plaza está el Marchè aux fruits et lègumes, declarado uno de los mercados más pintorescos de Francia. Aquí podrás degustar todos los manjares de la ciudad y la región: aceitunas, quesos, panes, embutidos y pescados. También encontrarás excelentes productos locales, como jabones y esencias embriagadoras, para llevarte a casa como recuerdo.
Si, por el contrario, te gustan el brocantage y las antigüedades, tu día es el lunes, también en esta plaza. Podrás curiosear entre los puestos de objetos antiguos, curiosos o simplemente vintage, en busca de alguna ganga que no te puedes perder.
La cocina de Niza es exquisitamente mediterránea y ofrece sabores y platos muy parecidos a la tradición ligur, como la Socca, la versión niçoise de la farinata de garbanzos que se sirve en Liguria.
También te recomendamos que pruebes la Pissaladière, una especie de pastel rústico con anchoas y cebolla. O el Pan Bagnat: no es más que una ensalada niçoise en versión sándwich extragrande: atún o anchoas, verduras crudas, huevos duros, aceitunas niçoise, todo envuelto en pan blando y fragante.
Para todos los aficionados a las ostras, sólo hay un lugar al que ir en Niza: el Café Turin, que desde hace más de 100 años ofrece a sus clientes las famosas Ostras Roumégous, procedentes de la cuenca de Marennes-Oléron. Esta histórica brasserie es una auténtica institución en el cultivo de ostras.
¿Cómo acompañar las ostras? Evidentemente, con un pastis de Niza, un aperitivo alcohólico anisado típico de la Costa Azul y la Provenza.
La ciudad de Niza es un destino ideal para descubrir con niños: soleada, colorida, con muchas zonas peatonales, muchos parques, pero sobre todo playas.
Desde el Paseo de los Ingleses, los coloridos mercados y la colina del castillo, tus hijos encontrarán rincones donde divertirse y jugar.
Este gran parque en el corazón de Niza es una visita obligada para cualquiera que viaje con niños: las 12 hectáreas de vegetación son el resultado de un largo proceso de remodelación urbana que ha transformado esta zona en un espacio público diseñado especialmente para las familias.
De hecho, la zona de juegos es realmente impresionante, dedicada por entero al mar: los niños pueden trepar y deslizarse sobre enormes delfines y tortugas de madera, jugar a los piratas con un gran navío, conquistar la casa del árbol y esconderse en el esqueleto de una ballena. Un mundo marino de extrañas criaturas como mantarrayas, meros y pulpos gigantes.
Y por si fuera poco, en los calurosos días de verano, los niños no podrán resistirse a los 128 chorros de la gran piscina del paseo marítimo.
Una visita obligada para los niños amantes de la naturaleza es el Parc Phoenix, un parque zoológico y botánico de siete hectáreas con 20 jardines, 2500 especies de plantas, un lago diseñado por el arquitecto japonés Kenzo Tangé y muchos espacios donde podrás ver de cerca flamencos, patos, pelícanos, cisnes negros, caimanes, aves exóticas e iguanas.
Pero lo más destacado es sin duda el Diamante Verde, uno de los invernaderos más grandes de Europa que te llevará a descubrir 6 climas tropicales diferentes: tus hijos se quedarán asombrados.
Si, por el contrario, quieres hacer felices a tus hijos y mimarlos un poco, tienes que ir a la Confitería y Chocolatería Florian, donde, desde 1921, se elaboran caramelos, dulces y chocolate con ingredientes exclusivamente locales.
Te encantarán las fragancias embriagadoras, los colores brillantes y la oportunidad de probar auténticas delicias, incluida la especialidad de la casa, las deliciosas cáscaras de naranja y limón confitadas y recubiertas de azúcar o chocolate.
El aeropuerto de Niza está situado a sólo 7 km del centro de la ciudad y es una forma muy cómoda de llegar a este encantador destino de la Costa Azul. Desde aquí, puedes alquilar un coche para descubrir todos los lugares de la región.
Si prefieres viajar en tren, la SNCF ofrece 20 conexiones diarias desde las principales ciudades francesas y 11 conexiones regulares desde el extranjero a Niza. El TGV (tren de alta velocidad) también llega a Niza y la conecta con París en 5 horas y 30 minutos. También hay un servicio de coche-tren, que funciona entre las principales ciudades francesas: los vehículos se transportan en trenes especiales para coches mientras sus propietarios toman paralelamente el tren de su elección: TGV, Corail, Tren Nocturno (con o sin literas).
Para viajar en tren dentro de la región, te recomendamos los trenes TER2N: son trenes de dos apartamentos con tiempos de viaje muy rápidos: llegarás a Cannes en 26 minutos, a Mónaco en 25 minutos y a Antibes en 17 minutos.
Además, Niza está conectada con toda Europa por una densa red de autopistas: si quieres llegar directamente desde España, tendrás que calcular unas 6 horas y 30 minutos partiendo de Barcelona.
Los siguientes son los tickets y tours más solicitados en Niza que le recomendamos que no se pierda.
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Niza es el corazón palpitante de la Costa Azul, a sólo 33 km de la frontera italiana.
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