Provenza

Camarga

Meca de la cultura gitana y provenzal, la Camarga es conocida por su naturaleza salvaje, tierra de flamencos rosas, toros y caballos en libertad.
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Este pequeño pedazo de tierra al borde del mar parece un universo paralelo a la Provenza clásica, pero al mismo tiempo es infinitamente complementario de ella. Es una franja de tierra formada por 75.000 hectáreas de arena, marismas, estanques y arrozales, un inmenso parque de naturaleza virgen, un derroche de colores y vistas, donde el hombre aún parece ser un huésped temporal.

Esta naturaleza salvaje es barrida por el viento impetuoso y abrasada por un sol ardiente, que parte la tierra e ilumina los colores: puedes admirar flamencos rosados, paseando graciosamente por el agua en el rojo brillante del atardecer, toros indomables pastando en los páramos y caballos blancos viviendo en libertad.

La Camarga embelesa el corazón por el carácter áspero de su naturaleza y de sus habitantes, que siguen profundamente apegados a costumbres centenarias: verás ancianas con trajes tradicionales, guardianes con sombreros negros de fieltro, camisas de flores y pañuelos al cuello, y gitanos con guitarras en las manos. Estamos muy lejos de la refinada elegancia de los pueblos encaramados de la Provenza: en Camarga, la vida transcurre al ritmo de la naturaleza, de la ganadería al cultivo del arroz, de la recolección de la sal a la pesca en los estanques.

Qué ver en Camarga

Meca de la cultura provenzal, la Camarga es conocida y amada por sus amplios espacios abiertos y su naturaleza salvaje, que abarca una inmensa extensión. Emparedada entre los dos brazos del Ródano y el mar Mediterráneo, esta tierra alberga una flora y una fauna excepcionales pero frágiles, un espacio compartido donde hombres, caballos, toros y pájaros viven en armonía. Tanto si visitas la zona durante varios días como si estás de paso, encontrarás excelentes razones para visitar la Camarga.

Parque Ornitológico de Pont de Gau

1RD 570 Lieu dit Pont de Gau, 13460 Saintes-Maries-de-la-Mer, Francia

El Parque Ornitológico de Pont de Gau está situado en la carretera de Arles, 4 km antes de Saintes-Maries de la Mer. Llamarlo parque es quedarse corto: es toda una zona protegida de la Camarga, que discurre cerca del Etang du Vaccarès, un gran estanque habitado por numerosas especies de aves.

Puedes seguir varios senderos, intercalados con estaciones para observar no sólo flamencos rosas, garzas reales y mirlos acuáticos, sino también gargantas, castores y caballos en libertad. Hay 2 circuitos principales de 3 km o 7 km: fáciles, accesibles para todos (incluso para carritos y sillas de ruedas), con posibilidad de alquilar prismáticos y hacer picnics. También se organizan visitas lúdicas y educativas, para conocer de cerca a los majestuosos flamencos rosas y ver las pajareras de aves heridas, cuidadas por los biólogos del parque.

Una experiencia única que no debes perderte: el tiempo que le dediques depende de ti, desde un mínimo de hora y media hasta una mañana entera. Te recomendamos silencio y un comportamiento que no perturbe la vida de los animales.

Parque Natural Regional de la Camarga

2Rte de Fielouse, 13200 Arles, Francia

El Parque Natural Regional de la Camarga está situado a orillas del Mediterráneo, en el delta del Ródano, encajado entre los dos brazos del río, el Pequeño y el Gran Ródano. Esta zona forma un verdadero laberinto natural, compuesto por multitud de pequeños y grandes estanques que atraen a una increíble diversidad de fauna.

Es una de las reservas naturales más antiguas y extensas de Francia y destaca en Europa por la riqueza biológica de sus ecosistemas. Situada en el centro de la migración de las aves del norte de Europa a África, la Camarga es un importante punto de encuentro y una escala migratoria clave para patos y aves acuáticas: más de 150.000 especies pasan por esta zona cada año. Es un paraíso para los observadores de aves.

Los visitantes pueden descubrir por sí mismos estos magníficos paisajes, gracias a tres senderos equipados con observatorios (en recepción se proporciona un mapa de los senderos): en concreto, hay 3 senderos de 1,5 km, 3 km y 7 km que permiten descubrir la flora y la fauna locales.

Saintes Maries de la Mer

Nadie se va de la Camarga sin visitar su capital, Saintes Maries de la Mer. Este pequeño y pintoresco pueblo, situado en la desembocadura del Petit-Rhône, está en el corazón de las tradiciones de la Camarga.

Sea cual sea la estación, sus calles empedradas y sus casas blancas muestran el alma cálida y salvaje de la Camarga. El pueblo es también un lugar especial de peregrinación para los gitanos de todo el mundo: se reúnen aquí todos los años para la Fiesta de Santa Sara, los días 24 y 25 de mayo. Una cita ineludible para vivir el ambiente más auténtico de la Camarga.

Arles

Junto con Saintes Maries de la Mer, Arles es una de las ciudades ineludibles de la Camarga. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por sus numerosos monumentos romanos, Arles encarna a la perfección el espíritu de la Camarga: exquisitamente gitana, rica en historia y arte, acogedora y animada.

No te pierdas una visita al anfiteatro romano, donde se celebraban juegos y combates, el Coliseo romano, antiguo teatro con capacidad para 10.000 espectadores, la plaza de la República, centro neurálgico de la ciudad, y la Fundación Van Gogh, con sus exposiciones de pintura.

Aigues-Mortes

Geográficamente perteneciente a Occitania, la ciudad medieval de Aigues Mortes se esconde entre sus poderosas murallas: alberga rincones de encantador ambiente provenzal con restaurantes, tiendas de artesanía y pintorescos bistrós.

Casi detrás de las grandes murallas, sus marismas saladas se extienden hasta donde alcanza la vista. El sol brilla sobre el agua rosada y desde las murallas puedes hacer fotografías espectaculares a la cálida luz del atardecer.

Salin-de-Giraud

6Salin-de-Giraud, 13129 Arles, Francia

En la Camarga siempre se ha cosechado sal, y uno de los lugares más pintorescos son las salinas de Salin-de-Giraud, a las que se puede llegar a pie o en bicicleta. Si recorres estas tierras saladas, caracterizadas por montañas de oro blanco, vivirás una experiencia inolvidable.

El mejor momento para fotografiarlas es sin duda al atardecer: durante la hora dorada, los tonos rosados emergen revelando la belleza atípica de este paisaje y transformándolo en algo totalmente mágico.

Para admirar las salinas y contemplar las inmensas extensiones de color rosa, te recomiendo que vayas al Belvedere del Sale: desde aquí podrás ver las montañas de sal de más de 10 metros de altura desde una perspectiva única.

También puedes visitar parte de las salinas para observar el trabajo de los Sauniers y la cosecha de sal.

Le Grau-du-Roi

Le Grau-du-Roi forma parte de lo que se llama la pequeña Camarga. Situada en el Gard, esta encantadora y turística localidad costera encarna a la perfección la vida y las tradiciones de la Camarga. Durante la fiesta religiosa del pueblo, que dura ocho días, la ciudad cobra vida al ritmo de corridas de toros no sangrientas y en las calles suena una animada música de fondo.

Tampoco puedes perderte una visita a su puerto deportivo: Port Camargue. Te espera un espectáculo único: miles de barcos atracados y una gran animación. De hecho, es el puerto deportivo más grande de Europa. La vocación marítima de Le Grau du Roi es muy antigua: tiene el primer puerto de arrastre del Mediterráneo. Todas las tardes, el regreso de los barcos de pesca a puerto y el desembarco de las capturas son un espectáculo digno de contemplar.

Saint-Laurent-d'Aigouze

El ambiente en Saint-Laurent-d’Aigouze es completamente distinto. Es el lugar ideal para evitar la masa de turistas de vacaciones y buscar paz y tranquilidad. Sigue siendo un pueblo completamente auténtico y soñoliento que vive en simbiosis con su entorno natural.

De hecho, está rodeado por una superficie de más de 8000 hectáreas, donde predomina el cultivo del arroz. Los arrozales están vigilados por la Tour Carbonnière, una antigua torre de vigilancia accesible al público. Desde aquí se puede admirar un panorama impresionante.

Mapa

En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.

Qué hacer en Camarga

Montar a caballo

La Camarga es la tierra de los caballos. En medio de las extensiones llanas llenas de estanques y cursos de agua, las elegantes siluetas de estos animales se recortan contra el cielo. La mejor forma de admirar este espectáculo y disfrutar al mismo tiempo de una experiencia única es participar en una excursión a caballo. Hay muchos ranchos en la Camarga y tendrás mucho donde elegir.

Te aconsejamos que elijas cuidadosamente tu centro ecuestre: uno de los parámetros a tener en cuenta es la distancia entre el rancho y el mar. De hecho, una de las rutas más sugerentes que puedes probar es el paseo a caballo por la playa. Otro factor a tener en cuenta es la forma en que se cuida a los animales: prefiere un picadero en el que el propietario cuide de sus caballos, les dé pausas y descanso cuando sea necesario y asigne el caballo según el carácter del animal y el nivel del jinete.

La duración media recomendada de la excursión es de medio día, para apreciar mejor los paisajes de la Camarga, lo que te da la oportunidad de trotar entre los estanques y caminar por la arena, observando una gran variedad de paisajes y fauna. Montar a caballo en la Camarga es una actividad apta para jóvenes y mayores. Recomendamos reservarlas con bastante antelación, sobre todo en los meses de verano, cuando son muy populares.

Visitar un rebaño

Profundamente arraigadas en la tradición, las manadas forman parte de la identidad de la Camarga: son los lugares donde se crían toros y caballos para participar en corridas no sangrientas, carreras camarguesas u organizar paseos a caballo.

Es posible visitar numerosas manadas, para descubrir y conocer el trabajo de los pastores, los guardianes de las manadas de toros y caballos que se crían en libertad. Una vez más, la elección de la manada se basa en varios criterios. Te recomendamos que te dejes orientar por la oficina de turismo. El principal factor a tener en cuenta es, sin duda, la forma en que los pastores cuidan de los animales y cómo se acercan a los visitantes: algunos lo hacen con fines puramente turísticos, otros para transmitir la verdadera pasión de su trabajo y el amor por los animales. Manejar un rebaño es una habilidad y los pastores experimentados sabrán dónde llevarte, acercándote a los toros sin peligro y explicándote su trabajo.

Sin embargo, las visitas a las manadas turísticas son completamente distintas. Además de ver los toros, habrá varias actividades paralelas: la ferrade, o marcaje de los toros, una demostración de la clasificación de los toros por parte de los pastores a caballo, varios juegos entre vacas y guardianes en los ruedos de las fincas, y finalmente una comida o cena de especialidades locales con brasucade, anchoïade y arroz camarguese, todo ello acompañado por la música de fondo de guitarristas gitanos.

Paseo en barco

El agua es uno de los elementos más característicos de la Camarga. De hecho, esta inmensa y salvaje zona está surcada por marismas, estanques, ríos, salinas y diques que se entrecruzan con el mar. Un paseo en barco te permitirá observar la Camarga desde una perspectiva diferente y admirar este ecosistema tan especial.

Puedes elegir entre excursiones más orientadas hacia la costa y el mar, o pequeños cruceros que te llevan al corazón de las zonas del interior, a lo largo de los canales, para observar flamencos y toros en libertad. Los barcos suelen salir de Aigues-Mortes o Saintes Maries de la Mer con diferentes circuitos: puedes seguir el Petit Rhône, remontar el Canal del Ródano en Sète, hacia Saint-Laurent d’Aigouze y la Tour Carbonnière, o ir hacia el Grau du Roi y pasar por las Salins du Midi.

Para los que dispongan de poco tiempo, recomendamos una ruta más corta pero muy poco habitual: cruzar el Petit-Rhône en coche por un transbordador. De hecho, existe la posibilidad de tomar el Bac du Sauvage o el Bac Barcarin para cruzar el Petit-Rhône. Estos grandes barcos planos pueden transportar muchos vehículos y ofrecen una experiencia auténtica y divertida para los niños.

Admirar a los flamencos

A pesar de su carácter migratorio, el flamenco rosa vive en Provenza todo el año, más concretamente en el Parque Natural Regional de la Camarga. Estos gráciles y elegantes animales pueblan todas las marismas y estanques de la Camarga, alimentándose de pequeños moluscos, crustáceos, insectos, larvas y algas que contiene el fango. En verano, pueden alcanzar los 34.000 ejemplares.

Admirarlas en toda su belleza, sobre todo al atardecer, es una de las actividades más gratificantes y emocionantes que se pueden experimentar durante una visita a la Camarga. A esta hora del día, los colores cobran vida y los paisajes se tiñen y se cubren de una luz sorprendente. Coge tu coche y sigue tus instintos, prefiriendo las zonas ricas en agua. Si, por el contrario, tienes poco tiempo, te recomendamos los mejores lugares para fotografiarlos:

Hoteles en la Camarga

La Camarga es querida y apreciada en todo el mundo por sus paisajes, sus estanques y su fauna excepcional: flamencos, toros de cría, caballos. Pero también es un lugar rico en historia, con ciudades y pueblos de increíble belleza e interés cultural.

Por eso, la oferta de alojamiento es importante: puedes encontrar hoteles y soluciones para todas las necesidades. Puedes elegir entre hoteles de lujo junto al mar, casas con encanto en plena naturaleza, albergues para jardineros y B&B de todos los precios. Cuidado: durante el periodo de la peregrinación gitana y las ferias, la ciudad está tomada por asalto. Te aconsejamos encarecidamente que reserves tu alojamiento con mucha antelación.

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Mapa

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