Hôtel des Augustins
Aix-en-Provence - 3 Rue De La MasseMedidas extra sanitarias
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Este pañuelo de tierra entre el valle del Durance y las gargantas del Verdon es una parada imprescindible para quienes quieran admirar el espectáculo de la lavanda en flor.
De hecho, desde finales de junio hasta mediados de julio, la meseta de Valensole se transforma en un auténtico rincón del paraíso, un derroche de olores y colores que te proporcionará momentos de pura felicidad.
La verdadera gran atracción de la Meseta de Valensole son los maravillosos e increíbles campos de lavanda, que se extienden hasta donde alcanza la vista: un verdadero mar púrpura capaz de encantar incluso a los más escépticos. Esta gran meseta, encajonada entre la ciudad de Manosque y el lago de Sainte-Croix, antes de las Gargantas del Verdon, encierra una serie interminable de campos cultivados, no sólo de lavanda, sino también de girasoles.
Pero, ¿cuáles son los campos más bonitos? ¿Dónde se encuentran las vistas más Instagrammables, fascinantes y fotogénicas? Indicativamente, los lugares más pintorescos de la meseta se encuentran a lo largo de las carreteras locales que atraviesan esta zona de cultivo de lavanda:
A primera vista, cada campo que encuentres te parecerá fabuloso e imperdible. Con el paso de las horas, te darás cuenta de que, a la larga, las fotografías serán todas un poco iguales. Entonces, ¿cómo elegir los mejores campos en los que capturar vistas inolvidables? Hemos recopilado algunos consejos útiles:
A menudo es despreciado por los flujos turísticos: una pena, ya que el pueblo es realmente bonito, con sus calles antiguas, su fuente del siglo XVIII, sus capillas y el paisaje púrpura que lo rodea.
Después de saborear el azul de la lavanda, el pueblo de Valensole te invita a descubrir su centro histórico, sus tiendas y restaurantes. El pueblo medieval fue construido sobre una colina y sus calles suben en espiral hasta la iglesia de Saint-Blaise, acogiéndote con su carácter y encanto del viejo mundo.
La iglesia Saint-Blaise, del siglo XI, encanta con su soberbia fachada románica provenzal y su coro gótico. Pero las sorpresas del pueblo no acaban ahí: paseando por el centro, encontrarás antiguas casas del siglo XVII bajo las murallas, junto con fuentes y bonitas capillas. Las callejuelas cobran vida en julio, durante la Fiesta de la Lavanda.
La famosa Fiesta de la Lavanda se celebra en julio. Es una de las mejores épocas para planificar tu visita a Valensole y el Verdon. Además, entre junio y julio tiene lugar la feria del santón. El pueblo está especialmente animado durante este periodo.
Tampoco puedes perderte dos magníficos jardines: le Clos de Villeneuve, escondido en una casa de campo provenzal, y los jardines del Château du Grand, donde te espera una visita inolvidable, entre rincones floridos y un ambiente encantador.
Puedes completar tu estancia con una visita a una destilería de lavanda, como Lavandes Angelvin, donde se elaboran aromáticos productos de lavanda.
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