Construida hacia 1137 para albergar los restos del primer obispo de París, San Dionisio, es una de las grandes obras maestras de la arquitectura gótica y pronto se convirtió en ejemplo para la construcción de otras catedrales francesas.
A lo largo de los siglos ha sido lugar de enterramiento de la realeza francesa y lugar de peregrinación para muchos franceses. Hoy descansan en su cripta hasta 43 reyes y 32 reinas, cuyas tumbas están adornadas con grandes estatuas llamadas gisants, esculpidas por grandes artistas con ayuda de máscaras mortuorias.
La catedral llama la atención por la belleza intemporal de sus elementos arquitectónicos, elegantes y grandiosos, que revelan la transición del estilo románico al gótico, y por sus magníficas vidrieras.
Para llegar a la basílica en transporte público, puedes utilizar las siguientes soluciones:
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