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París: paseo en barco por el canal Saint-Martin y el río Sena
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El Canal Saint-Martin se extiende 4,5 kilómetros en el corazón de París y conecta el Bassin de la Villette con el Sena. Romántico y chic, este barrio seduce por su autenticidad y su ambiente chic y relajado. En cuanto se pone el sol, parisinos y turistas acuden a los muelles para pasear o hacer un picnic en sus orillas, hacer un pequeño crucero o curiosear por sus calles llenas de direcciones de moda.
Este encantador y romántico rincón de París era casi desconocido hasta hace unos años. Fue la película El fabuloso mundo de Amélie Poulain la que lo hizo famoso: esta zona, que ha sufrido una remodelación urbanística, se ha convertido rápidamente en una de las más queridas y frecuentadas por los jóvenes parisinos.
El Canal Saint-Martin es realmente un lugar mágico: las ramas de los árboles golpeando el agua, los puentes de hierro, las esclusas, las tiendas vintage y de discos de ambas orillas, los cafés y pequeños restaurantes que se llenan a la hora del aperitivo, el arte callejero y esa atmósfera única que sólo consiguen transmitir los lugares muy queridos por la gente.
Los alrededores del Canal también se han aburguesado muy rápidamente, con la llegada de una población más adinerada y una nueva generación de artistas que han transformado los antiguos desvanes de los artesanos en residencias de lujo.
El Canal Saint-Martin fue encargado por Napoleón a principios del siglo XIX. El canal se abrió al público en 1825 y se utilizó para llevar agua potable a los parisinos y transportar mercancías. Está considerado como uno de los ejemplos más importantes de la ingeniería napoleónica en Francia y ahora es patrimonio protegido: conserva todo su encanto y con los años se ha convertido en un lugar emblemático de París, representativo de la arquitectura industrial de la ciudad.
De hecho, a lo largo de sus 4,5 km, de los cuales 2 km son subterráneos, podrás admirar 4 puentes (2 fijos y 2 giratorios), 5 hermosas pasarelas de hierro fundido y 9 esclusas, desde las que podrás contemplar maravillosas vistas de los rincones más pintorescos de París. Las esclusas y puentes giratorios del Canal Saint-Martin son un verdadero espectáculo para la vista, con su arquitectura industrial y su mecanismo de funcionamiento.
También es imprescindible pasear por las dos calles peatonales paralelas, Quai de Valmy y Quai de Jemmapes, para lanzar guijarros como Amélie o sentarte a admirar a la gente que pasa. El paseo que te espera es absolutamente imperdible y te sumergirá en el ambiente parisino más romántico.
El punto de partida del canal es también uno de los rincones de París más emblemáticos del mundo del cine.
De hecho, es desde una de las pasarelas de hierro fundido de este lugar desde donde la protagonista de El fabuloso mundo de Amélie Poulain lanza sus guijarros a las tranquilas aguas del canal.
En el Quai de Valmy, puedes visitar Point Éphémère, un centro de arte donde se mezclan conciertos, exposiciones, encuentros y conferencias, todo ello con una pequeña oferta de restauración y una terraza con tumbonas en verano. Una dirección ineludible en el Canal.
Una vez al final del canal, cruza el cruce y dirígete hacia la Rotonde de Stalingrado para llegar al Bassin de la Villette en el Quai de la Seine.
La Rotonde era una de las barreras del muro de los Fermiers Généraux que delimitaba las fronteras de París hasta 1860. La Villette era entonces sólo un pueblo contiguo y esta barrera permitía recaudar impuestos sobre las mercancías importadas a la ciudad. Hoy el edificio alberga una galería, una terraza y un restaurante.
Tómate unos momentos para admirar la hermosa vista que parece extenderse sin fin hasta el Parque de la Villette. Aquí es donde los parisinos vienen a jugar a la petanca, al ping-pong, a correr o a hacer ejercicio en el equipamiento deportivo al aire libre, antes de reunirse para tomar una copa en uno de los bares que lo bordean.
Explora la zona a pie o alquilando una pequeña lancha motora. En verano, se instala aquí una piscina en el marco de la operación Paris Plages: encontrarás tumbonas y sombrillas, numerosos actos e instalaciones temporales.
El Bassin de la Villette es la mayor masa de agua artificial de París. Cuando se construyó en 1808, servía como depósito de agua potable para la ciudad antes de convertirse en una concurrida actividad comercial.
Si giras hacia la rue de Riquet y la rue Curial, llegarás al Centquatre-Paris. Se trata de un centro de cooperación cultural, instalado en el edificio del antiguo Servicio Funerario Municipal, construido en 1874.
El edificio, de un fabuloso estilo industrial, se caracteriza por sus encantadoras ventanas y sus acabados en ladrillo, hierro fundido y hierro, como las grandes estaciones de Orsay o Lyon. Con su inmenso tamaño, igual al de la Place de la République, las dos grandes salas acogen exposiciones, talleres, concursos de arte, una librería y cafés.
Por eso no es raro cruzarse con bailarines de salsa, acróbatas o incluso artistas de circo que aprovechan el gran espacio y la hermosa luz para reunirse y entrenarse.
De vuelta a la cuenca, cruza el puente y continúa tu paseo por la orilla opuesta del Canal de Ourcq, a lo largo del Quai de la Marne.
Al igual que el Bassin de la Villette, los muelles son un lugar de ocio favorito de los parisinos, ideal para hacer un picnic. Desvíate un poco hacia el corazón del barrio para admirar algunas de las mejores obras de arte callejero de París. No te pierdas las calles de l’Ourcq y Germaine Tailleferre, que son los lugares favoritos de los artistas locales.
Desde el canal, llegarás en pocos minutos al Parque de la Villette: con 55 hectáreas, es el mayor parque verde de París. Se levanta sobre los antiguos mataderos del pueblo de La Villette, anexionado a París en 1860.
Este inmenso espacio cuenta con 3.000 árboles, grandes extensiones de césped, jardines temáticos, un huerto, colmenas, pero el verdadero punto fuerte es la diversidad de atracciones: salas de espectáculos, museos, cines parques infantiles y la Ciudad de las Ciencias y la Industria.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
Una forma alternativa de explorar la zona es hacer un crucero en barco por el Canal Saint-Martin.
La experiencia en el Canal Saint-Martin es muy diferente de los cruceros clásicos por el Sena: se realizan en barcos pequeños y bajos, menos cómodos y con instalaciones a bordo limitadas. Los tiempos de navegación también son mucho más largos: las barcazas tienen que superar las diferencias de altura entre el canal y el Sena, utilizando esclusas mecanizadas. Esto da lugar a tiempos de espera técnicos muy largos.
Sólo dos empresas realizan cruceros turísticos por el Canal Saint-Martin: Canauxrama y Paris Canal. Los cruceros de Canauxrama salen del Puerto del Arsenal o Puerto de Plaisance de París, al principio del canal, cerca de la Plaza de la Bastilla y duran desde 2 horas 30 minutos hasta el Parque de la Villette, hasta un día entero, continuando la navegación hasta las orillas del Marne, en Bry sur Marne.
Los cruceros propuestos por Paris Canal, por su parte, incluyen una primera parte por el Sena (salida del Museo de Orsay), siguiendo el itinerario clásico con vistas al Jardín de las Tullerías, el Louvre y Notre Dame, para luego continuar por el Canal Saint-Martin hasta el Parque de La Villette, con una duración total de 2 horas y 30 minutos.
El Canal Saint-Martin atraviesa los distritos del este de París, los distritos 10 y 11, y se puede llegar fácilmente utilizando el metro: líneas 2, 5 y 7, estación Jaurès o línea 11, parada Goncourt.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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