Los mercados de París

Rastro de Saint-Ouen

Una tarde en el Rastro de Saint-Ouen es sin duda una de las experiencias imprescindibles en París. Repartido en 6 hectáreas y compuesto por 15 mercados diferentes y 2000 puestos, es el mayor mercado del mundo.

Es una experiencia única que debes vivir con tu cámara a mano, para captar las miles de vistas pintorescas, los puestos llenos de mercancías y los curiosos personajes que encontrarás allí.

Su atmósfera única inspiró incluso a Woody Allen, que rodó aquí la película Medianoche en París.

Marché Monge

A tiro de piedra de la calle Muffettard encontrarás una de las joyas del Barrio Latino, el mercado de Monge.

Mezclarse con los parisinos, embriagarse con los olores y colores de un mercado es la mejor manera de descubrir el alma de una ciudad y este pintoresco mercado es un buen ejemplo.

Aquí encontrarás de todo: carne, pescado, verduras, fruta, pero también vino, queso y flores, un verdadero caleidoscopio de coloridas mercancías.

Te esperan todos los miércoles, viernes y domingos por la mañana en la Place Monge, de 07:00 a 14:30. Evidentemente, las primeras horas son las mejores: productos frescos, puestos llenos de mercancías y todos los comerciantes activos.

Marché des Enfants Rouges

Fundado en 1615 a instancias de Luis XIII, Le marché des enfants rouges es el mercado cubierto más antiguo de París, un lugar único e ineludible para quienes gustan de mezclarse con los lugareños y curiosear entre los puestos de mercancías frescas y coloridas.

El mercado debe su nombre al color de los uniformes de los niños del Hospicio de los Niños Rojos, el orfanato cercano creado por Margarita de Navarra, y está considerado monumento histórico desde 1982.

Perderse entre los coloridos puestos es toda una experiencia, un itinerario por la gastronomía francesa: podrás admirar los mejores productos frescos pertenecientes a la tradición culinaria de Francia, como frutas, verduras, pescado, carne, vino, aceite y otros productos de las distintas regiones francesas.

Pero al mismo tiempo también podrás degustar la cocina de otras culturas en los diversos pequeños restaurantes repartidos por el mercado: desde el bento japonés a los tajines marroquíes, desde los coloridos platos de las Antillas a los exóticos sabores del Líbano.

Un auténtico viaje culinario y un vistazo a la vida parisina: los habitantes del barrio llaman a este mercado du village, para indicar su función asociativa y de convivencia, por la que lucharon amargamente en 2007, cuando el ayuntamiento presentó un plan para transformar el mercado en biblioteca, guardería y aparcamiento.

Para vivir una experiencia auténticamente parisina, haz algunas compras en el mercado, curiosea por los puestos que también venden flores, especias, vinilos y chucherías y prueba algunas de las suculentas especialidades étnicas de los pequeños restaurantes, que se degustan estrictamente en las largas mesas de madera.

Mercados de flores en Place Louis Lépine

Si te gustan los olores y colores de los mercados, no te pierdas el que se celebra a diario en la plaza Louis Lépine, uno de los últimos mercados de flores que quedan en París.

Aquí encontrarás una gran variedad de flores y plantas, ideales para un descanso relajante y rejuvenecedor tras una ajetreada mañana de visitas turísticas y museos.

Puedes pasear entre los puestos multicolores, charlar con los propietarios y descubrir flores y plantas exóticas.

Los domingos, el mercado de flores cierra sus puertas y deja paso al mercado de aves, pequeños mamíferos y roedores.