Rodeada de viñedos, en el corazón de la Champaña, Reims ofrece al visitante una arquitectura fabulosa y lugares culturales ineludibles: de hecho, la Catedral, el Palacio Tau y la Basílica de Saint-Remi son Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Apodada la Ciudad de los Reyes, Reims debe su fama a su espectacular catedral, sede de las coronaciones de los reyes de Francia, y al vino de Champaña, ya que alberga a varios productores importantes. De hecho, no menos de seis bodegas del célebre vino espumoso se añadieron en 2015 a la lista de lugares y monumentos inscritos en la UNESCO.
Tómate tu tiempo para visitar los magníficos edificios góticos de la ciudad mientras paseas por su encantador centro histórico. También verás muchos edificios Art Déco de los años 20, como la sublime Biblioteca Carnegie, o descubrirás restos galo-romanos, como la Puerta de Marte o el Criptopórtico de la Plaza del Foro.
Si, por el contrario, eres un amante del Street Art, debes dirigirte a la zona industrial de Port Sec-La Husselle, donde se encuentra la mayor concentración de murales.
La catedral de Reims, verdadero símbolo de la ciudad, es una obra maestra del arte gótico, catalogada por la UNESCO por su increíble belleza. Fue aquí donde Clodoveo recibió el bautismo cristiano y donde fueron coronados no menos de 25 reyes de Francia durante más de un milenio.
Magníficamente restaurada tras sufrir daños durante la Primera Guerra Mundial, la catedral deja boquiabiertos a los turistas: tiene unas dimensiones imponentes, con sus dos torres de 81 metros de altura y su bóveda de 38 metros, suntuosas decoraciones enriquecidas por nada menos que 2303 esculturas, entre ellas el famoso Ángel Sonriente, magníficas vidrieras pintadas por Marc Chagall y, por último, la majestuosa Galería de los Reyes en el exterior, con 56 estatuas de 4,5 metros de altura.
Un coloso de piedra capaz de infundir magnificencia, espiritualidad y reverencia a quienes cruzan el umbral de la catedral. No olvides subir los 249 escalones de la torre norte para visitar la terraza y disfrutar de la espectacular vista desde los tejados de la iglesia.
Situado junto a la catedral, este palacio episcopal debe su nombre a su forma de T, que en griego se llama Tau. Antaño sirvió de residencia a los obispos de la ciudad y de lugar para recibir a los reyes que esperaban ser coronados. Al igual que la catedral, el Palacio Tau también sufrió graves daños durante la Primera Guerra Mundial.
Hoy alberga un museo que recorre la historia de las coronaciones de los reyes franceses: conserva reliquias históricas como la Santa Ampolla, utilizada en todas las coronaciones desde la época de Clodoveo, el talismán de Carlomagno, el manto usado durante la coronación de Carlos X y el cáliz de Saint-Remi.
Esta espectacular basílica es una de las construcciones más notables del arte románico del norte de Francia. Con sus 126 metros de longitud, sorprende por su profundidad y por la sensación de gran intimidad que infunde a sus visitantes.
Construida en el siglo XI para albergar la Santa Ampolla y las reliquias de San Remi, el obispo que bautizó a Clodoveo en 498, hoy la iglesia conserva la tumba del obispo en el centro del coro. La sobria nave románica y el coro gótico de cuatro apartamentos forman un impresionante conjunto de ligereza y armonía.
Alojado en los edificios de la antigua abadía real de Saint-Remi, el Museo de Saint-Remi alberga increíbles colecciones arqueológicas y artísticas que reconstruyen la historia de la ciudad desde la Antigüedad hasta la Edad Media.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el museo ha reunido maquetas históricas, objetos cotidianos y reconstrucciones. Cuando visites el museo, pasarás también por el claustro del siglo XVIII, los antiguos refectorios y cocinas, la sala de tapices o la sala capitular, en un recorrido realmente sorprendente.
Les Halles du Boulingrin se encuentra en un hermoso edificio Art Déco de 1929, cuyo interior recuerda mucho a una estación de ferrocarril.
El mercado cubierto, colorido y muy animado, es el lugar ideal para admirar, comprar o probar todas las especialidades locales, como el jamón de las Ardenas, el queso de Langres, los platos con trufa, las andouillettes y las galletas Roses de Reims, toda una institución, para mojar estrictamente en champán.
La Puerta de Marte es un vestigio galo-romano, el mayor de una serie de 4 arcos monumentales que representaban las 4 puertas de la ciudad de Durocortorum, nombre romano de Reims.
Hoy en día, es el único que permanece intacto: con 30 metros de longitud y casi 15 metros de altura, es el mayor arco de triunfo conocido del mundo romano.
Tampoco hay que perderse sus interiores ricamente decorados, que incluyen una representación de la escena de la loba amamantando a Rómulo y Remo, los fundadores de Roma.
Ejemplo único de arquitectura de transición entre el Art Nouveau y el Art Déco, Villa Demoiselle fue construida de 1904 a 1908 según los planos del arquitecto Louis Sorel, por el propietario de la Maison Pommery.
Es una residencia representativa, emblemática de un estilo arquitectónico y decorativo al servicio de la Casa de Champán Vranken. La visita guiada dura 1 hora y el precio de la entrada incluye una copa final de champán Demoiselle, la cuvée que lleva el nombre de la ciudad.
Reims alberga uno de los cinco museos del automóvil más grandes de Francia: cuenta con una colección de más de 230 vehículos que van desde 1908 hasta nuestros días, una magnífica panorámica de la historia y la evolución del automóvil.
Te encantarán las motos y coches de época, desde el taxi Marne hasta el coche de carreras, así como 5000 miniaturas y juguetes relacionados con el mundo del automóvil.
Joya del patrimonio Art Déco de Reims, la Biblioteca Carnegie, construida gracias a las donaciones del magnate del acero estadounidense Andrew Carnegie, fue inaugurada en 1928 por Gaston Doumergue, Presidente de la República.
Verdadera obra maestra del Art Déco, el edificio es muy original, ya que incorpora una forma geométrica semicircular en su arquitectura. El vestíbulo de recepción está decorado con 20 mosaicos de mármol, rematados por una cúpula de cuatro lados que termina en una espléndida linterna colgante obra del maestro vidriero Jacques Simon.
La sala de lectura tiene una ventana cenital de Jacques Gruber, que representa un libro abierto con el escudo de armas de la ciudad de Reims. Además, este lugar excepcional contiene colecciones únicas.
Bajo la plaza del Foro, se ha sacado a la luz una de las tres galerías semienterradas que formaban el criptopórtico galo-romano .
Construidas hacia el año 100, estas galerías, que según los arqueólogos funcionaban como mercado cubierto y almacén de grano, son de las pocas del mundo que se han exhumado. Hoy pueden visitarse y albergan exposiciones temporales.
Construido en el siglo XIII como residencia patricia en un barrio habitado por ricos mercaderes, perteneció en el siglo XVI al mercader de grano Nicolas Le Vergeur, quien lo transformó y le dio las características de un palacio privado con fachadas interiores dispuestas alrededor de un patio privado.
Más tarde, el conocido fotógrafo Hugues Krafft hizo del palacio su hogar: trajo objetos, ropas y placas fotográficas de sus viajes por el mundo y reunió una importante colección etnográfica. A su muerte, sus colecciones, así como sus muebles, cuadros, biblioteca y archivos, se convirtieron en el Museo-Hotel Le Vergeur, enriquecido cada año gracias a la generosidad de numerosos donantes.
A diez minutos en tranvía de la Catedral, el Planetario de Reims es una excelente actividad cultural, ideal para quienes viajan con niños: pequeños y mayores se dejarán arrullar por la poesía de un hermoso cielo estrellado, pero también podrán descubrir las imágenes de los planetas tomadas por sondas espaciales o comprender nuestro lugar en el universo.
La visita comienza con un espacio museográfico, pero el elemento más interesante es la sala de proyección hemisférica, equipada con un proyector astronómico ultramoderno, único en Francia, con casi 7.000 fibras ópticas que permiten reconstruir un cielo estrellado idéntico al observado en la naturaleza.
Bajo la cúpula climatizada, sentado en cómodos sillones reclinables, aprenderás a reconocer las constelaciones y los planetas con la ventaja de poder acelerar los movimientos de las estrellas a lo largo de horas, días e incluso siglos. Un aparato de vídeo digital completa el sistema para mostrar las últimas imágenes de la exploración espacial y los últimos descubrimientos en astronomía.
No se puede abandonar la ciudad de Reims sin visitar una de las grandes casas de champán: Veuve Clicquot Ponsardin13 Moët-Chandon14, Taittinger, GH Mumm, Pommery son sólo algunas de las que puedes elegir. Tendrás mucho donde elegir: desde los productores más famosos hasta los viticultores familiares más pequeños.
Sólo tienes que salir de las puertas de la ciudad hacia el sur para encontrarte en un océano de viñedos, bordeando las laderas de la Montaña de Reims. Toma la Route Touristique du Champagne y sumérgete en un maravilloso panorama de hileras de viñas hasta donde alcanza la vista. Muchos viticultores y cooperativas abren sus puertas, sobre todo entre semana, y presentan con pasión su profesión, desde el trabajo de la vid hasta las etapas de elaboración del Champagne. Estos encuentros auténticos serán sin duda uno de los recuerdos más memorables de tu viaje.
Una de las partes más emocionantes es la visita a las bodegas de tiza, donde se almacenan las botellas de champán. Las cuevas de tiza se excavaron en la época medieval para conservar alimentos. Su temperatura constante de 10° durante todo el año las convierte en el lugar perfecto para albergar las bodegas de champán.
Las visitas casi siempre terminan con una cata de vinos, a petición acompañada de aperitivos o degustaciones de delicias locales. El enoturismo es un componente único de la campiña de Reims y de toda la Champaña.
Si tienes unos días más para dedicar a la ciudad de Reims, deberías explorar también sus encantadores alrededores, repletos de atracciones y actividades para hacer.
Con vistas a una de las laderas más prestigiosas de la Montaña de Reims, el Faro de Verzenay y su Museo de la Vid te invitan a explorar el fascinante mundo del viñedo de Champaña.
Gracias a las técnicas audiovisuales y escenográficas más modernas, descubrirás todas las etapas esenciales del nacimiento del Champagne. Desde lo alto del Faro se puede admirar un panorama excepcional del paisaje circundante, y aquí se celebran numerosas degustaciones y exposiciones a lo largo del año.
Situado en el corazón de los viñedos, el Moulin de Verzenay es un lugar que no debes perderte.
De hecho, la vista desde aquí es magnífica: aunque no se puede visitar, tu mirada abarcará un océano de viñas y podrás hacer fotografías maravillosas.
Con más de 1.000 árboles, el Bosque de Verzy es la mayor reserva de hayas del mundo. Los Faux de Verzy son hayas retorcidas, una variedad con ramas de forma singular, cuyo origen aún es oscuro para los botánicos.
Los árboles del Faux de Verzy son sencillamente espectaculares: con su crecimiento muy lento y su longevidad excepcional, contribuyen en gran medida a la singularidad del Parque Natural Regional de la Montaña de Reims.
El Fuerte de La Pompelle se construyó en 1883, a 8 km al sureste de Reims, para completar el cinturón fortificado de la ciudad, diseñado por el general Séré de Rivières tras la guerra de 1870.
A través de documentos de época, objetos de la vida cotidiana en las trincheras, armas, equipos, uniformes, maniquíes y piezas de artillería, las ricas colecciones del museo evocan las aventuras de los combates por la heroica defensa de Reims. Entre ellas se encuentra la famosa colección de tocados Friese del Ejército Imperial Alemán.
A unos 30 minutos al sur de Reims se encuentra la hermosa abadía de Saint-Pierre d’Hautvillers, cuya historia está indisolublemente ligada a la del champán.
Fundada en 650 por San Nivard, arzobispo de Reims, en el lugar que le indicó una paloma profética, hoy pertenece a la casa de champán Moët & Chandon y es en la iglesia de Saint-Sindulphe de esta abadía donde descansan los restos de Dom Pérignon y Dom Ruinart, dos grandes nombres de la historia del champán.
Aunque no se puede visitar, la vista es impresionante y cerca puedes pasear por el hermoso pueblo de Hautvillers, considerado la cuna del champán.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
Hay pases de 24, 48 y 72 horas para explorar Reims y la cercana Epernay.
Apodada la Ciudad de los Reyes y las Coronaciones, Reims posee un patrimonio histórico y cultural de gran importancia europea.
Encontrar alojamiento en el corazón de la ciudad es sin duda la opción más popular para quienes disponen de poco tiempo y pretenden visitar las principales atracciones: así disfrutarás de una ubicación céntrica para desplazarte sólo a pie.
Centre Erlon es un minidistrito en el centro de la ciudad, una zona de elección donde alojarse en Reims si la parte más histórica es demasiado cara o está casi toda reservada. La zona cuenta con tres pulmones verdes: las Hautes Promenades, la plaza Colbert y el Jardin de la Patte-d’Oie. Cerca hay grandes cadenas de restaurantes, tiendas, bares y numerosos hoteles. Es una buena ubicación para dormir en Reims.
Otra zona perfecta para buscar alojamiento en Reims es Boulingrin, un distrito situado al noreste del centro de la ciudad, que alberga muchos lugares de visita obligada, como las Halles du Boulingrin y las bodegas de la famosa marca de champán Veuve Clicquot-Ponsardin. Repleta de bares y restaurantes, la zona está a tiro de piedra del centro.
Si, por el contrario, buscas tranquilidad, dirígete al sur de la ciudad, hacia Saint-Rémi y Barbâtre. Se trata de un barrio residencial y de negocios: Barbâtre, en particular, es el destino de los amantes del champán. Aquí encontrarás el Domaine Vranken Pommery y el centro de visitantes de las canteras de tiza Veuve Clicquot Ponsardin.
Enclavada entre la región de París y la frontera belga, se puede llegar a Reims de varias formas.
Reims está a sólo 140 km de París. La forma más rápida de acercarse a la ciudad de Reims es aterrizar en uno de los aeropuertos de la capital, París Orly y París-Charles de Gaulle. Desde allí, puedes alquilar un coche para llegar a Reims y, si te sobran unos días, visitar la región de Champaña.
Con un traslado más largo, también puedes planear aterrizar en el aeropuerto de Estrasburgo, que está a 350 km de Reims, o en el aeropuerto de Basilea-Mulhouse-Friburgo, a 400 km.
La alternativa a alquilar un coche es tomar el tren TGV desde París: estarás en Reims en sólo 45 minutos. De hecho, la ciudad de la coronación se encuentra en el cruce de las líneas de TGV Lille – Dijon – Mediterráneo y París – Charleville – Sedan. Dos estaciones dan acceso a Reims: la estación Reims-Centre, situada en pleno centro de la ciudad, y la estación de TGV Champaña-Ardenas de Bezannes, comunicada con Reims por tranvía.
Si has decidido llegar a Reims en coche, suponiendo que salgas de Barcelona, tendrás que prever un viaje de más de 10 horas vía Lyon.
¿Qué tiempo hace en Reims? A continuación se muestran las temperaturas y el pronóstico del tiempo en Reims para los próximos días.
Reims está situada en el noreste de Francia y es la capital oficiosa de la región vinícola.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
Hotel 
Hoteles económicos 
Apartamentos 
Hoteles familiares 
Hoteles de lujo 
