Finisterre
Encontrarás la verdadera esencia de Bretaña en este rincón de tierra que se adentra en el océano Atlántico.
Bretaña está dividida en cuatro departamentos: Finistère, Côtes d’Armor, Morbihan e Ille-et-Vilaine. Loire-Atlantique pertenece históricamente a Bretaña pero, administrativamente, forma parte de la región del Valle del Loira.
Bretaña es, con diferencia, una de las regiones más fascinantes de Francia. Rodeada por el proceloso océano Atlántico y orgullosa de su cultura de origen celta, que ha forjado sus tradiciones, su lengua y el carácter recio de sus habitantes, Bretaña alberga un territorio rico en paisajes diversos y encantadores.
Pintorescos pueblos pesqueros, con vistas a pequeñas bahías escondidas, se alternan con verdes campiñas salpicadas de pueblos medievales, a menudo encaramados y fortificados. Los páramos azotados por el viento y los grandes bosques vírgenes han alimentado leyendas y mitos vinculados a la cultura celta, rica en sagas y cuentos. Las playas arenosas de mar turquesa y acantilados salvajes se ven interrumpidas por antiguas ciudades medievales, imponentes castillos, yacimientos arqueológicos y una naturaleza absolutamente espectacular.
La maravillosa ciudad de Saint Malo conserva su encanto de ciudadela corsaria fortificada, protegida por poderosas murallas amuralladas, que se puede explorar totalmente a pie.
Azotada por las tempestuosas olas del mar, orgullosa de no haber sido conquistada nunca, Saint-Malo se ha convertido hoy en una estación balnearia imprescindible de la Costa Esmeralda, con su litoral bordeado de playas de arena fina.
Encantadora ciudad de arte e historia, Dinan conserva un magnífico patrimonio arquitectónico, perfectamente preservado: te espera un encantador ambiente medieval, que se beneficia de su extraordinario emplazamiento a orillas del río Rance.
A pocos kilómetros de Rennes, la mayor ciudad medieval de Bretaña asombra por su emplazamiento, encaramada a 75 m de altura sobre un espolón rocoso que domina el río y atravesado por un espectacular viaducto.
La vida en la pintoresca ciudad de Cancale está estrechamente ligada a la del mar: es una animada estación balnearia, pero sobre todo un pequeño puerto pesquero y un renombrado centro ostrícola, situado entre Saint-Malo y el Mont-Saint-Michel.
Los turistas vienen de toda Europa para apreciar la belleza de la Costa Esmeralda, la finura de sus ostras y la calidad de su gastronomía.
Este tramo de la Costa de Armor es una de las joyas ocultas de Bretaña. Entre Ploumanac’h y Perros-Guirec se extiende el litoral del Granito Rosa, una costa absolutamente única en Europa: enormes bloques de granito, con increíbles tonalidades de color rosáceo, han sido moldeados por el clima en formas extrañas.
El sendero de 8 km de longitud, un tramo del camino aduanero que une las dos localidades, abarca una estupenda alternancia de pequeñas bahías con mar turquesa, impresionantes faros, vistas de las islas, calas escondidas enmarcadas por una densa vegetación.
El GR34, conocido como Sendero de la Aduana, es una famosa ruta de senderismo que recorre toda la costa bretona a lo largo de casi 1.700 kilómetros: partiendo del Mont-Saint-Michel, llega hasta Saint-Nazaire, en el Loira Atlántico.
A menos que dispongas de varias semanas y de una preparación considerable, es poco probable que puedas recorrerlo entero: pero existe la posibilidad de hacer sólo algunos pequeños tramos, los más pintorescos y espectaculares.
En el corazón de Bretaña se encuentra un bosque misterioso: de todos los lugares legendarios vinculados a la cultura celta, el bosque de Paimpont o Brocéliande ha conservado siempre su aura legendaria, enraizada en el mito del rey Arturo, Merlín y los Caballeros de la Mesa Redonda.
En este maravilloso y frondoso sotobosque, según los cuentos locales, viven hadas, korrigans y otros duendes que sólo podrán ver quienes se guíen por la magia. Siguiendo numerosas rutas de senderismo, podrás explorar el bosque y admirar los lugares que han alimentado las leyendas y las historias de magia.
La animada ciudad de Carnac, que domina el golfo de Morbihan, combina felizmente la riqueza de su patrimonio histórico y los placeres del mar, gracias a su privilegiada situación junto al mar.
En el interior, puedes visitar los alineamientos de Carnac, el mayor yacimiento megalítico del mundo. Datados en torno al 4.500 a.C., situados en 3 emplazamientos adyacentes, más de 3.000 menhires están colocados perfectamente alineados en hileras precisas. Una inmersión en la historia de esta fascinante región.
Capital histórica de Cornouaille y del Finisterre, Quimper es una espectacular ciudad medieval, situada en la confluencia de los ríos Steïr y Odet.
Enmarcada por una espléndida catedral, es famosa por sus azulejos de mayólica hechos a mano por artesanos locales y por su característico casco antiguo. El casco antiguo de Quimper, con sus calles empedradas y sus hermosas casas de entramado de madera, recuerda sus orígenes medievales.
Vannes, la antigua ciudad de los duques de Bretaña, combina armoniosamente un patrimonio rico en historia con la belleza del golfo de Morbihan. La ciudad siempre ha desempeñado un papel importante en la historia y sigue siendo una parada imprescindible en tu viaje a Bretaña.
Con sus murallas amuralladas, sus cuidados jardines, su casco antiguo medieval y sus encantadoras placitas, Vannes encanta con su alma antigua, todo por descubrir a pie.
Con su increíble concentración de antiguas casas de entramado de madera perfectamente conservadas, que permanecieron intactas tras el gigantesco incendio de 1720, Rennes es una de las ciudades más bellas de Bretaña.
Rica en historia y rincones antiguos, la ciudad está considerada la capital de Bretaña por su increíble patrimonio histórico y cultural.
La península de Quiberon ofrece un bello contraste entre su costa salvaje y las playas arenosas de su bahía, apta para los deportes náuticos y famosa estación balnearia.
Aquí se alternan pueblos pintorescos, puertos bulliciosos, paisajes idílicos y centros de talasoterapia aptos para el bienestar y la relajación.
Concarneau y su fabulosa Ville Close, la ciudad amurallada, es una de las joyas más bellas de la Cornouaille. Es a la vez una gran ciudad portuaria y una popular estación balnearia del Finisterre.
El casco antiguo, firmemente anclado en su pasado medieval y perfectamente conservado, es también un importante centro neurálgico vinculado al mar y a la pesca.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo
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