La oferta hotelera y de alojamiento en Bretaña es de un nivel excelente.
Hay muchos hoteles, la mayoría baratos y de gestión familiar, pero también hay cadenas con altos niveles de calidad que suelen aplicar ofertas y descuentos.
Si, por el contrario, quieres estar en contacto con los lugareños y vivir más de cerca la tierra que visitas, puedes elegir una chambre d’hôte, o la versión francesa de los bed & breakfasts: están muy extendidos y a menudo inmersos en la naturaleza, están regentados por gente muy acogedora y son la solución ideal para los viajes itinerantes en los que cambias de lugar cada noche.
Si prefieres unas vacaciones tranquilas y asentadas, puedes optar por las gîtes ruraux, casas rurales o apartamentos equipados con cocina que son la mejor manera de explorar una zona concreta con calma y detenimiento.
Mientras que los albergues se encuentran sobre todo en las grandes ciudades, los campings están muy extendidos, bien equipados y a menudo situados en lugares pintorescos con vistas al mar.
Pero para unas vacaciones realmente inolvidables, hay otras soluciones originales: desde una noche en un castillo, para regalarte una estancia de lujo, pasando por las comodidades del manoir, las casas solariegas de época bellamente restauradas, hasta la romántica experiencia de dormir en uno de los muchos faros que salpican la costa bretona.
En cualquier caso, recuerda que el sistema escolar francés ofrece 2 semanas de vacaciones por cada 6/7 semanas de clase. Durante estos periodos, los centros turísticos se ven tomados por asalto y, además, durante los grandes acontecimientos, como el Festival Intercéltico de Lorient, es imprescindible reservar con mucha antelación.
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