El pueblo de Kaysersberg es uno de los más característicos de Alsacia incluidos en la famosa Ruta del Vino, una joya de rara belleza medieval, enclavada entre colinas cubiertas de encantadoras viñas.
A pesar de su altitud de 820 metros, aquí se produce un excelente Pinot Grigio, estrella indiscutible de la zona y de muchos eventos locales.
La ciudad también ostenta el título de Ciudad de las Flores: la meticulosa atención al detalle en los balcones, jardines y ventanas deja siempre boquiabiertos a los visitantes, encantados a cada paso por la belleza de un casco urbano medieval perfectamente conservado.
Kaysersberg es uno de los pueblos más famosos de la ruta del vino de Alsacia: con sus numerosas casas con entramado de madera, su centro histórico perfectamente conservado y su castillo imperial en ruinas, es una parada imprescindible en un viaje a Alsacia. La ciudad es también muy famosa por su mercado navideño.
El enorme puente fortificado sirve de entrada principal al corazón de la ciudad. Construido en arenisca rosa en 1514, protegía la ciudad de posibles agresiones de las zonas germánicas.
Desde aquí hay una magnífica vista del burbujeante río, pintorescas tiendas y coloridas casas con entramado de madera, como el soberbio edificio renacentista del Rin situado en el 88 de la calle Général De Gaulle, la calle principal de la ciudad.
Desde el puente fortificado se puede admirar una magnífica vista del castillo de Kaysersberg. Construido entre los siglos XIII y XVI, es un ejemplo de fortaleza de guarnición que en su momento, gracias a su situación estratégica, pudo vigilar todo el valle.
De hecho, en 1227, el castillo fue erigido por encargo de Federico II del Sacro Imperio Germánico sobre un promontorio rocoso para controlar un importante eje de paso entre la Alta Alsacia y Lorena. De arquitectura románica tardía, el castillo estaba unido a la ciudad por un sólido bastión urbano.
Flanqueado por un poderoso torreón circular de 4 metros que servía de punto de observación, se puede llegar al castillo de Kaysersberg en unos 10 minutos a pie y ofrece una magnífica vista de la ciudad y la región.
La calle principal de la ciudad está flanqueada por numerosos edificios antiguos, finamente decorados: fachadas de entramado de madera, tejados inclinados, ventanales y estatuas talladas. Te aconsejamos que camines sin prisas, adentrándote en los patios y plazas laterales para admirar la bella arquitectura de la ciudad.
No te pierdas el Badhus (casa de baños del n.º 103), que sirvió de posada en los siglos XVII y XVIII antes de convertirse en balneario municipal. Justo al lado, hay otra casa que merece atención, con una hermosa balaustrada y antiguas carnicerías.
La iglesia de Sainte Croix se encuentra junto al ayuntamiento. Su construcción se llevó a cabo en varias etapas desde el siglo XII hasta el XV. El portal románico, enmarcado por columnas con capiteles con diversas decoraciones (animales y plantas), tiene un bello tímpano que representa la coronación de la Virgen (el artista se habría representado a sí mismo en la esquina izquierda).
Varias hermosas casas de entramado de madera dan a la plaza de la iglesia. Una fuente de arenisca amarilla completa la decoración, coronada por una estatua del emperador Constantino que data del siglo XVI.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
Un ambiente de cuento de hadas reina en toda la ciudad durante las fiestas navideñas. Las callejuelas resplandecen, las ventanas y fachadas de las casas de entramado de madera están ricamente decoradas, los árboles se cubren de luces, los aromas de las especias y los manjares navideños llenan la ciudad imperial.
Dominados por las ruinas del castillo, unos 30 chalets de madera exponen productos tradicionales, creando una atmósfera verdaderamente mágica en un pintoresco entorno histórico.
El mercado navideño de Kaysersberg tiene un ambiente íntimo y acogedor: mantiene vivas las antiguas tradiciones de Adviento, garantizando una experiencia deliciosa en el más puro espíritu navideño.
La pintoresca ciudad de Kaysersberg, a pesar de su pequeño tamaño, ofrece un buen número de diferentes tipos de alojamiento.
Puedes elegir casas rurales, es decir, casas de vacaciones comparables a nuestros b&b, situadas en un encantador entorno rural. O bien hoteles de gran refinamiento, apartamentos de alquiler o los relaiset châteaux, u hoteles con encanto construidos en edificios antiguos e históricos del centro.
Sin embargo, para ahorrar dinero, puedes alojarte en las ciudades vecinas de Colmar, Estrasburgo o Mulhouse, en cuyo caso tendrás aún más donde elegir a una distancia mucho menor.
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A Kaysersberg se llega rápidamente desde Colmar en sólo 22 minutos en coche y en 1 hora desde Estrasburgo.
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