Colmar es una ciudad pequeña que ofrece un panorama hotelero muy bueno, con la posibilidad de alojarse en establecimientos antiguos con encanto.
Sin embargo, si piensas visitarla durante los Mercados de Navidad, es imprescindible reservar con mucha antelación: de hecho, la ciudad está literalmente tomada por asalto por los turistas y encontrar alojamiento a un precio aceptable en el último momento es muy difícil.
La ciudad de Colmar está dividida en distritos microscópicos y la Petit Venise es sin duda uno de los más pintorescos y encantadores, con vistas a los canales desde los que parten las excursiones en barco.
Es sin duda recomendable para una estancia romántica en pareja: rincones que dejan sin aliento por su belleza y la posibilidad de llegar a pie a todas las atracciones en pocos minutos.
Este rincón de Colmar alberga la mayoría de los edificios medievales y renacentistas más importantes para admirar y visitar: desde la Maison Pfister hasta el museo Bartholdi.
Por eso es recomendable para quienes deseen visitar Colmar en poco tiempo sin salir del corazón de la ciudad.
Menos conocido que la Petit Venise, es otro rincón muy pintoresco de Colmar, caracterizado por casas muy altas con buhardillas que antaño se utilizaban para secar pieles. En su momento, fue un auténtico pueblo dentro de la ciudad.
Aquí los precios son algo más bajos y puedes encontrar lugares menos turísticos.
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